Edición 2024

En todo tiempo y espacio, en toda cultura, el canto ha sido parte esencial de la vida de los pueblos. No se ha encontrado comunidad humana que no practicara o practique el canto. De ahí la tesis compartida de que el canto (y con mayor generalidad, la música), es un universal antropológico.

Esta universalidad confiere al canto una significación muy singular. En el canto se encarnan, además de las cualidades fonéticas y tímbricas del ser que canta, aquellas estructuras que desde el fondo sostienen la posibilidad del canto, pues no se puede cantar sin que se actualicen esas estructuras, las cuales están tan estrechamente ligadas a las estructuras del lenguaje que se podría decir que tienen un origen común, y que son previas a la constitución de cualquier gramática o sistema armónico particular. El ser que canta no podría hacerlo sin la puesta en marcha de estas estructuras, y es muy dudoso que sin la posesión de las mismas algún ser pueda cantar. De ahí lo problemático de la naturalización del canto que supone atribuir la capacidad para el mismo a animales diferentes del humano.

En esta edición del Encuentro Música-Filosofía de la ciudad de Ronda, la dedicación al canto en todas sus dimensiones: antropológica, técnica, educativa e histórica, por citar las más relevantes, estará especialmente determinada y honrada por el homenaje que se celebrará a Ruggero Raimondi, uno de esos seres que cantan y que con su canto ha dignificado, embellecido y elevado la vida humana.

Gotzon Arrizabalaga